El capítulo final del 2018

En este último domingo del año escribiré un capítulo más en la historia de mi vida, previo al fin de año de mañana. Lo que haya redactado con absoluta libertad en las páginas de este libro, en la que soy el único protagonista, no podré borrarlo. Dios me lo entregó para que lo fuera cumplimentando y como cada año mis notas diarias habrán dejado su impronta. En lo escrito no caben borrones ni enmiendas. No es posible corregir nada. Ahora, esa parte del libro sólo pertenece a Dios… y a mi conciencia. Este capítulo de mi vida forma parte de la eternidad. El día del juicio final lo releeremos juntos, Dios y cada uno de nosotros, con todas sus consecuencias.
Antes de que concluya el año es la oportunidad de sentarse frente al Señor, con el libro abierto en el capítulo “2018”. Habla de mi mismo. De mi historia, la que he escrito personalmente. Es recomendable leerlo despacio, en conciencia. Saborear los momentos alegres y dar gracias por ellos. Recordar las páginas más amargas y dolorosas, y elevar también nuestras gracias al Padre. Deleitarse con los pasajes más hermosos y tratar de corregir en nuestro corazón aquello de lo que nos arrepentimos.
Las páginas que hay que leer con más atención son aquellas de las que no me siento orgulloso. Las que más duelen. Las que más me avergüenzan. Las que mas producen dolor. Intentar arrancarlas es inútil. Serán sustituidas por las nuevas páginas que escribiré en el año que comienza.
Es el momento de recrear también con aquellos pasajes en los que el Señor está presente. ¡Que bellas son las escenas en las que Dios se nos muestra con su amor y misericordia!
Cuando decida cerrar el libro, lo tomaré entre las manos y lo entregaré al Padre pronunciando tan sólo dos frases muy simples: “Gracias, Dios mío” y “Perdón, Padre bueno”. Dios, que es amor, siempre perdona y abre nuevos caminos a mi esperanza. Y me permite escribir con toda libertad un nuevo capítulo de mi vida. Si lo que escriba va acompañado de su mano y de su corazón tal vez al final del año que comienza me sienta orgulloso de mi mismo. Para ello, la primera frase de este nuevo capítulo podría ser esta: “Jesús, José y María os doy el corazón y el alma mía”.

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En cualquier caso, Padre mío, ¡te pido que me llenes de tu bondad y de tu alegría, de tu claridad y sabiduría, de tu amor y tu misericordia, de tu bondad y tu optimismo, de tu fuerza y tu prudencia, de tu magnanimidad y tu clarividencia para iniciar el año nuevo con energías renovadas! ¡Regálame un año feliz y enséñame a repartir felicidad!

¡FELIZ AÑO A TODOS LOS LECTORES DE ESTAS MEDITACIONES!

Y lo celebramos con la cantata 171 de Bach para final de año:

4 comentarios en “El capítulo final del 2018

    • Me apena saber que ya no contaremos con las meditaciones diarias, de Orar con el corazón abierto. Me hace mucha falta. Ruego a Dios volvamos a disfrutar de estas profundas y extrañadas reflexiones . Abrazos fraternos

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  1. Hola quiero desearle una feliz Navidad y un año nuevo lleno de paz Salud y felicidad!!! Que Dios siga guiando su camino. Debo admitir que mi corazón se llenó de inmensa tristeza al saber que no seguirá escribiendo porque cada día y a cualquier hora entraba para llenar mi alma con la oración que me ayuda porque son palabras que talvez no podía expresar, cada día las público porque se que al igual que a mi a alguien puede llegar como bálsamo de paz y tranquilidad. No Obstante como dice Eclecistes 3.1 Todo tiene su tiempo
    3 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.

    2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

    3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;

    4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;

    5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;

    6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

    7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;

    8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz. Y lo eso doy gracias a Dios por usted y por los frutos de esta página , por ser el instrumento de Dios para hablarle a muchas personas, por su vida y por todas las oraciones que nos regaló. Regresare siempre y hojala Cu ando su vida, su trabajo y la voluntad de Dios esperaré una nuevo oración. Que Dios los bendiga y bendiga todo lo que ama.

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